Asomada a la ventana de mi cueva, la noche me ilumina de una manera paradójica…en esta solitaria oscuridad
El faro de la esquina del fondo de esa inmensidad tan bella que es la mar…sin cuyo sonido y visión yo no sé vivir, refleja en mis ojos la luz…y pienso…
Allá a lo lejos tras la inmensidad del océano existen otras tierras…otras gentes…
Esta mañana en mi trabajo , entre todas las personas a las que atiendo, llegó un ser muy especial llamado Assane, y aunque eso es lo de menos, hasta su nombre es bonito…
En Senegal tenía su trabajo, resulta que él es químico, tenía su vida, su familia…y decide dejarlo todo y embarcarse en una aventura…perseguir sus sueños…buscar mejores oportunidades…y aparece en Avilés
Sus ojos vidriosos hacían el esfuerzo por no llorar mientras me reconocía que esto no es lo que él se esperaba. Ahora solo es un inmigrante sin papeles luchando por sobrevivir y poder comer cada día, tras un sinfin de penurias y aventuras dolorosas que tuvo que sortear para llegar a este lugar…
Acudió a mi pidiendo ayuda porque tiene que dejar el piso que comparte con otros compatriotas porque ya lleva demasiado tiempo en él y es el único que no tiene trabajo y no puede aportar nada a la economía convivencial…duerme en un sofá y padece cada día humillaciones y malos tratos por no poder ser un hombre de provecho
Todas las puertas se le cierran, no tiene permisos para trabajar, ni siquiera para residir, es un ser invisible que habita entre nosotros, que siente y padece la decepción de todas aquellas ilusiones con las que un día fue valiente y partió de donde ahora no puede regresar, pues sería admitir ante los suyos la tremenda derrota del que, con el sacrificio de todos, se fue prometiendo mejorar todas sus vidas…
A pesar de todo esto, y de lo mal que lo está pasando, Assane no pierde las esperanzas, y durante toda la entrevista con su enorme sonrisa y su gran corazón lleno de ilusiones me contaba sus proyectos, y me agradecía la ayuda que le estamos brindando y lo feliz que se siente por lo bien que le acogemos…No era capaz de hablarme mal de nadie…y aunque en su mirada se reflejaba el sufrimiento, todo en él era optimismo…
Se fue tremendamente agradecido por escucharle, y por gestionar un alojamiento de urgencia en el que ni siquiera pude asegurarle si tendría plaza, y que en todo caso solo podrá ser para tres meses…
En la carrera de fondo plagada de obstáculos que constituye para cualquiera de estas personas conseguir hacer su vida aquí, él tan solo ha hecho que empezar…y ya se ha llevado muchos batacazos, pero no pierde la esperanza…y continúa adelante…
En su país de origen, esta información nunca llega…allí siguen pensando que aquí se pueden realizar todos los sueños…
Y mientras tanto…aquí…yo, una simple trabajadora social de un centro cualquiera de una cuidad cualquiera…le vi salir con su fragil y delgado cuerpo producto del hambre y las miserias que cada día padece, mientras una lágrima me asomó confusa entre emoción positiva y tristeza…deseándole mucha suerte en su camino…
Por favor, depende de todos…esta gente es maravillosa, y tenemos que ayudarles…acogerles…y aprender mucho con ellos…
Tienen mucha belleza que aportarnos